jueves, 14 de enero de 2016

Lectura para entretener, El Guardavía.


Hola, hoy les traigo un relato que termine de leer, de uno de mis escritores favoritos, espero les guste.


El Guardavía, de Charles Dickens.
Un relato de terror psicologico, el cual fue publicado en 1866, y nos relata la historia de un guardavía que tiene su puesto de trabajo cerca de un túnel en una zona apartada de la población, y la de un fantasma recurrente que cada vez que se le aparece en las vías del ferrocarril le anuncia nefastas noticias, el guardavía vive atormentado y con terror de las próximas noticias que le traerá en su próxima aparición.
Un relato entretenido, con un inesperado y buen final.

A continuación algunos fragmentos de el guardavía:

  • ...Contemplando su mirada fija y aquel rostro melancólico, pasó por mi mente el pensamiento monstruoso de que se trataba de un espíritu y no de un hombre. Desde entonces he pensado muchas veces si no habría algún problema en su mente.
  • ...—Seis horas después de la aparición sucedió el conocido accidente de esta vía, y diez horas más tarde sacaban los muertos y los heridos a través del túnel por el lugar en donde había estado la figura.
  • ...El espectro regresó hace una semana. Desde entonces ha aparecido allí, una y otra vez, sin seguir pauta alguna.
  • ...Repitió, si ello es posible con mayor pasión y vehemencia, la misma gesticulación cuyo significado había interpretado como: «¡por Dios, despejen el camino!». Y luego siguió hablando.
  • ...—Ahora ya habrá entendido plenamente, señor, que lo que me turba de un modo tan terrible es la cuestión de cuál es el significado del espectro.—¿Contra qué advierte?
  • ...Sentí una enorme piedad ante su dolor. Era la tortura mental de un hombre consciente oprimido más allá de lo que era capaz de soportar por una responsabilidad ininteligible que significaba riesgo para alguna vida.
  • ...No puedo describir la conmoción que sentí cuando vi que cerca de la boca del túnel aparecía un hombre que se tapaba los ojos con la manga izquierda y agitaba vehementemente el brazo derecho.
  • ...—¿Y qué le dijo? —Le dije: «¡El de ahí abajo! ¡Cuidado! ¡Por Dios, despeje el camino!».




















Espero que este libro les llame la atención  y puedas añadir algún comentario.

También los invito a seguir mi blog
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En el cual voy poniendo los libros, poemas y relatos que voy terminando de leer., así que hasta luego y gracias.





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